Etiopia es un país diferente a todo lo que yo había visto hasta ahora. La imagen que la mayoría tenemos es de un país pobre donde los niños se mueren de hambre en mitad del desierto. Etiopia ya no es así. Nosotros hemos ido en época de lluvias y los colores de los paisajes son verdes, amarillos, violetas … Llueve casi todos los días, y la tierra va tomando tonalidades diferentes. La mayor actividad del país es la agricultura y el pastoreo. Casi todo el país esta cultivado con cereales, trigo, maíz, tef, el cereal del país, con el que hacen la injera, una especie de tortita esponjosa que toma como acompañamiento de las comidas, como nuestro pan. Comen cordero, pollo, pescado, ternera, y algunas verduras, como tomates, zanahorias, coles, remolacha. Los zumos son exquisitos y hay cafeterías donde se sirven pasteles en casi todos los pueblos. La herencia del colonialismo italiano ha hecho que la pasta sea un plato normal y que los pasteles estén a la orden del día.
Etiopia es un país con recursos naturales, pero con poca capacidad de explotación, no es un país pobre, es un país donde la gente es pobre. Las sucesivas guerras, los conflictos internos por tierras, las guerras civiles han hecho que Etiopia no sepa sobrevivir sin la ayuda internacional. El blanco o faranji, como nos dicen ellos, es sinónimo de dinero, de ayuda, de regalo. Es alucinante como TODOS, de todas las clases sociales, edades, colores de piel (desde el negro negro al tostado clarito) te abordan en la calle, te piden dinero, comida, caramelos, tu mochila, tu reloj, tus gafas… cualquier cosa. La necesiten o no, ellos piden, están acostumbrados a pedir… Esta actitud llega a hacer el viaje difícil, denso, complicado… Cualquier información que recibas de alguien de la calle-la indicación de una estación de autobuses, el que te ayuden a ponerte la mochila….- debe ser compensada con algo, a ser posible dinero o caramelos o dulces…
La riqueza cultural y el patrimonio esta centrado en la ruta norte, el denominado circuito histórico, donde pueden ver desde las iglesias talladas en roca de Lallibella (una cosa flipante) hasta los obeliscos de la civilización Aksumita (del siglo III al IV). Restos de algunos palacios en Gonder, las iglesias escondidas y talladas en roca de montaña del Tigray y el lago Tana, con sus islas y sus templos redondos con pinturas ortodoxa del siglo XV, el nacimiento del Nilo Azul completan una ruta alucinante, donde la religión ortodoxa domina la sociedad. Es impresionante como en el cuerno de África, y rodeados de países musulmanes como Somalia, Sudan, Eritrea y Djibuti, esta religión ha aguantado estoicamente las empentas del Islam.
El sur es otra historia, el valle del Rift, y el Valle del Omo son el inicio de la humanidad, y esto lo puedes llegar a percibir en el ambiente, en los paisajes. Las diferentes etnias que pueblan el Valle del Omo, los Tsenai, los Hamer, los Mursi…. conviven, luchan y pelean en el mismo espacio. Llegar hasta alli es complicado, y las posibilidades del turismo alternativo son difíciles. Esto ha hecho que esta ruta se convierta en el punto de mira de varios tour operadores, como Green Land Tours, que han convertido las culturas y tradiciones en una pantomima y circo para los turistas occidentales. Algunos Mursi cuando ven llegar a los turistas se pintan el cuerpo con barro, cada vez que hagas una foto tienes que pagar 1 o 2 birrs (10-20 céntimos de euro), el dinero no va destinado a la comunidad, si no a la persona a la que hagas la foto, usualmente dejan de hacer cualquier actividad que estén realizando para posar en las fotos. Las actitudes de los turistas suelen ser mucho peor, van repartiendo camisetas, bolis, caramelos, hasta toallitas higiénicas. El papel paternalista del blanco llega a ser deplorable. Es difícil entrar en un parque natural si no vas con una agencia de viajes y en un 4x4. Es difícil hacer treekings o ir en bici. Las excursiones se limitan a ir en el 4x4, llegar a un sitio, plantar la tienda, visitar poblados donde dejan de hacer su trabajo natural para posar, y eso si llevar tu guía, tu conductor y tu cocinero…. Aun así, nosotros intentamos salir de todo eso, y solo llevamos un conductor y coche, visitamos mercados, donde si puedes ver a las diferentes etnias hacer las cosas normales, como comprar y vender mantequilla o artesanía… Intentamos ver y hacer cosas diferentes… y aun creo que conseguimos poder entender y disfrutar de toda la cultura de las etnias del sur.
Como veis, este viaje ha sido diferente, no ha sido un viaje deslumbrante, no hemos visto ningún Taj Mahal, o ningún Macchu Picchu. Pero hemos visto un país interesante, donde las actitudes y las capacidades del país están muy tocadas, donde las actitudes paternalistas de los blancos han hecho y están haciendo mucho daño, donde nació la humanidad, donde los colores y los paisajes son impresionantes, como si estuvieras viendo un cuadro impresionista…. Y eso si, hemos reflexionado mucho sobre las relaciones Norte-Sur, y sobre África, sobre como este continente parece que vaya sin rumbo, despertándose cada mañana como si fuera el ultimo día de su vida…
Hola Elenita, sóc Paco Peris i he vist al teu pare i m'ha donat aquesta adreça i vaja guapa que estàs. A què et dediques? a viatjar? i els fills quant li toquen a ells?
ResponderEliminarEn dos anys t'has recorregut mig món. Està molt bé cal eixir i coneixer altres formes de vida.
Els teus pares estan molt bé, encara que Paco diu que Isabel està un poc tocada de les lumbàlgies. Espere que es posen promte bons i puguen disfrutar de tu tot el que volen.
Una forta abraçada.
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