22 septiembre
Iran
Irán: Colores, sensaciones y hospitalidad…
Irán es el país de la hospitalidad. Nunca me había sentido tan bien en un sitio diferente a casa. La gente es extremadamente amable, hospitalaria, agradable, curiosa, gentil, espontánea y generosa. Nos hemos sentido privilegiados de poder visitar este país de calor, de mezquitas y de tradición… Y siempre sintiéndonos seguros, observados (eso si) pero bien recibidos.
De hecho, he tardado mucho en ponerme a escribir las sensaciones de este viaje… quería guardarlas, al menos durante un tiempo, solo para mi.
Irán es el país del caviar, del petróleo, de los chadores y del Islam. Es una república Islámica, allá la sharia, ley islámica, es la ley según la que viven y conviven. Son mucho más religiosos que nosotros, pero además todo lo basan en la rama más dura del Islam, el chiísmo.
Las mujeres van tapadas, como norma debes tapar la cabeza (a muchas se les ve el pelo), y no se pueden ver las extremidades ni tu cuerpo. Eso se traduce en que vas tapada de arriba abajo, en las fotos podéis ver los diferentes looks iraníes.
Conforme vas adentrándote en Irán observas que las mujeres ocupan un segundo plano relativo. Pueden conducir, trabajar e ir a la Universidad. En cambio derechos fundamentales como elegir si quieres llevar una ropa u otra están prohibidos. Delante de un juez casi siempre tienen las de perder, sobre todo en lo que tiene que ver con la separación de tu pareja.
Los hombres ocupan un status privilegiado. Están acomodados en su posición y si algo cambiara en Irán no creo que fuera por ellos. Las mujeres son las que deben avanzar poco a poco y ocupar más posiciones y derechos. Pero esto será muy lento.
La religión no es un tema tabú, ellos hablan de religión, filosofan, rezan y viven en su religión. Los mullahs y ayatolas ocupan cargos importantes en el gobierno. Hemos encontrado a gente de todo el espectro. Desde los conservadores y potenciadores del Islam, a los mas críticos y pro-occidentales. También hay, y muchos, los que son críticos con ciertos aspectos, pero partidarios de la Republica Islámica.
En Irán hay muchas cosas por ver, por sentir y por probar. Están las ciudades islámicas, como Yazd, Shiraz y Isfahan, con mezquitas de mil tonalidades de azules y turquesas, donde se reza, se convive y se habla; con bazares donde se desarrolla el centro de la vida, allá se va a comprar, a tomar el té o a encontrarse con la gente. Pero también se encuentran restos arqueológicos de la antigua Persia: Perspolis, las tumbas de Xerxes y Darius, los reyes persas del segundo milenio antes de Cristo. Y sobre todo, para mi, una de las joyas de Irán, el Ziggurat de Choqa Zanbil, una pirámide escalonada, del quinto milenio antes de Cristo, ubicada en medio del desierto, cerca de Sush, un asentamiento que aparece nombrado en la Biblia.
Irán es un país con fuerte bloqueo económico por culpa de una política nuclear que no agrada a las grandes potencias occidentales (extrañamente no pasa nada con las cabezas nucleares de Israel…). Irán es mostrado por los medios de comunicación como un país peligroso para occidentales. Esto es falso. Irán es un país seguro, con una fuerte control religioso, pero con una cultura rica, con una población amable, con una religión fascinante, con un potencial que se esta desaprovechando.
Mirad las fotos, veréis nuestras caras de felicidad (mas las mías, que Alex es el fotógrafo…). No recomendaría ir a Irán a todo el mundo, debes tener la mente abierta, y sobre todo la capacidad de entender aspectos y situaciones muy diferentes a las occidentales.
Si quereies saber mas, no dudéis en preguntarme… Pero sabed que puedo pasarme horas hablando de las mujeres, de los chadores, de las sensaciones, de los colores, de la luz, de la religión, del chiísmo, de los 12 imanes, del Sha y como destrozó el país en la década de los 70…
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